RELACIÓN ENTRE MINDFULNESS Y COMPETITIVIDAD EN EL TRABAJO

¿Cuándo fue la última vez que estuviste totalmente concentrado en una tarea durante un período prolongado de tiempo, o disfrutar de una cena con amigos o con tu familia sin haber revisado tu teléfono móvil?

 

Tanto en nuestro trabajo como en nuestra vida personal, nuestras mentes no desconectan, no descansan. Cada vez somos menos capaces de centrarnos en nuestras tareas y con otras personas. Posiblemente esto no sea algo que no sepamos, pero, investigadores de la universidad de Harvard le han puesto número: 47. El 47% del tiempo que estamos despiertos, nuestra atención está divagando y vagando involuntariamente lejos de lo que en realidad estamos destinados a hacer en ese momento. Casi la mitad del tiempo, vamos por la vida con el “piloto automático” puesto.

 

Esta falta de enfoque disminuye nuestra productividad, dificulta nuestra creatividad, y perjudica nuestro bienestar personal. Hemos entrado en una economía de la “atención parcial continua” cuando, tal y como dice Daniel Goleman, una atención focalizada centrada y clara es tan valiosa como tener tiempo y habilidades.

 

Los líderes de diferentes sectores, economía, política, finanzas, empresa etc. son golpeados con especial dureza en la economía de la atención, ya que necesitan una capacidad mental, de  atención exquisita,  centrada y focalizada para absorber información, consolidarla, comparar,  negociar y llegar a buenas decisiones y estrategias en un sin fin de actividad.

 

Como respuesta a esta economía de la “atención parcial continua”, desarrollar y mantener una mente atenta y centrada se está convirtiendo en una ventaja competitiva inesperada en los negocios hoy en día. ¿Pero, por qué? La atención plena (mindfulness) es una manera impactante de entrenar nuestra mente para estar tranquilo, claro y centrado, en mitad del ajetreado y a veces frenético que vivimos en el mundo de la empresa.

 

Varias empresas de alto rendimiento de todo el mundo están adoptando la formación que permite a su gente ser más eficaz, competitiva, y a la vez, tener más bienestar personal.

 

Ahora bien, cómo podemos aplicar el Mindfulness en el trabajo? Podemos conocer unos sencillos trucos:

 

 1. Practicar Mindfulness durante 10 minutos todos los días, disminuye los niveles de estrés en un 30-35%, mejorará su concentración, rendimiento y el bienestar.

Para ello es recomendable comenzar con un curso introductorio que combine conocimientos prácticos y conceptos teóricos, a la vez que detallen las explicaciones neurocientíficas para entender cómo funciona nuestra mente y cómo entrenarla en atención plena.

 

 2. Con minfulness aprendemos a disminuir la multitarea, lo cual es otra manera de desarrollar la atención plena. La multitarea disminuye la productividad, la creatividad y aumenta nuestro estrés, a la vez que crea dependencia de los dispositivos electrónicos e internet. Además, arruina la capacidad de concentración. Aunque nos de la sensación de que hacemos más, los estudios muestran como disminuye la productividad de una persona. Es recomendable, pues, hacer una sola cosa a la vez.

 

3. Conseguir que la mente se asiente y se centre, intentando alejar todo lo que nos pueda distraer o distorsionar, para dedicarle el tiempo y esfuerzo estrictamente necesario, estando centrados en los objetivos fijados y, en definitiva, siendo más eficaces y productivos.

 

4. Con mindfulness aprendemos a parar el piloto automático que nos lleva a la adicción a la acción. Es positivo tomar descansos cortos (1 min.) durante el día para aquietar la mente, poder parar y centrarse en las auténticas “Prioridades” de nuestro desempeño.

 

 

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