Gestionar correctamente el talento es y será la ventaja competitiva de toda organización, siempre que ésta gestión vaya más allá de las palabras y se implemente, trasladando el convencimiento de que las personas son el capital más importante que tiene tu organización.
Ésta implementación requiere de la planificación de una estrategia para llevarla a cabo; una estrategia a llevar a cabo por el departamento de RR.HH y que, si lo que se quiere es reforzar y mantener el talento del equipo humano, podría basarse en la inteligencia emocional (partiendo de las personas).
A. Diferenciar el servicio que ofrecemos
Ésta diferenciación debe buscarse a través del capital humano de la organización, es decir, de las personas.
Para que los empleados de una organización sean realmente la clave de la ventaja competitiva deben poseer habilidades y conocimientos, y para para que adquieran estas habilidades y conocimientos es adecuado implantar un modelo de gestión basado en las competencias. Mediante este modelo se hace el salto, pasando de las funciones y tareas como eje central, a que éste sea la persona que las realiza.
La gestión por competencias desplaza el punto de referencia, se focaliza en las personas, en sus resultados y no en los puestos. No se busca a la persona que ocupe el puesto basándose estrictamente en los conocimientos que aplicará en sus tareas, sino aquella que además contribuya con las competencias críticas que puedan configurar la posición del puesto con alto valor añadido.
Así pues, el trabajo pasa de ser la tarea que ocupa a la persona, y se convierte en área de resultados.
B. El departamento de RR.HH y sus políticas
El desarrollo de una política adecuada en la gestión de los recursos humanos requiere la definición clara de la Cultura de la compañía. ¿Cómo se puede llevar a cabo esta definición?
1.Definir la misión
2.Definir los principios y valores de la compañía:
3.Marco de relaciones en la compañía:
C. Lograr el compromiso a través de una buena gestión
La Selección del personal: buscar el encaje de los candidatos con la organización. Valorar la participación de empleados actuales.
La incorporación: crear expectativas realistas y planificar adecuadamente el proceso de socialización y acogida.
El Establecimiento de una cultura ética, igualitaria y justa.
Mostrar interés por las necesidades individuales.
Generar confianza: comunicación abierta y gestión participativa.
Incentivos de equipo y beneficios sociales.
Con esto vemos que, a pesar de haber diversas vías para la elaboración e implementación de una estrategia de gestión del talento, basándola en la Inteligencia Emocional otorgamos el valor al eje central de la organización, que es su capital humano.