Que los empleados de cualquier organización reciban la formación adecuada, es imprescindible para hacer frente a todos los cambios a los que debemos adaptarnos constantemente. El
proceso de aprendizaje no acaba nunca, sino que es continuo e indispensable durante toda la vida laboral.
¿Cuándo formar a los trabajadores?
Hay diferentes momentos clave en los cuales la empresa y el propio trabajador tienen casi la obligación de entender que tienen que
mejorar su formación:
- Novedades de procedimiento dentro de la empresa: cuando hay un cambio en la forma de funcionar o de los procedimientos y registros internos, cada trabajador tiene que saber y
entender los cambios y cómo le afectan a su trabajo. Solamente si todos los miembros de una empresa comprenden perfectamente los diferentes procedimientos habrá un máximo aprovechamiento del tiempo,
recursos y espacio. La colaboración y coordinación entre departamentos es clave para minimizar costes y maximizar conocimiento.
- Nuevas normativas: si se aprueba algún tipo de norma o legislación que afecta directamente a algún departamento de la empresa, las personas que forman parte de esta área la tienen
que conocer. Los ejemplos más clásicos son normativas referentes a ámbitos como la contabilidad, la fiscalidad o el medio ambiente. Incumplir alguna de ellas puede suponer un alto coste para la
empresa, mucho menor que la inversión a realizar en formación.
- Aparición de alguna innovación: por ejemplo nuevas máquinas o innovaciones tecnológicas que permiten realizar el mismo trabajo mejor o con menor tiempo, el encargado tiene que
formarse para poder utilizar esta mejora.
- Si el trabajador lo pide porque cree que le puede servir para realizar mejor su trabajo en el día a día: este es un punto controvertido. Hay empresas reacias a formar al no querer
asumir un determinado coste y que después el trabajador se vaya con los conocimientos financiados por la compañía a otro lugar. Este miedo no lleva a ningún lugar por diferentes motivos:
- La empresa también será beneficiaria, al menos en un primer momento, de los nuevos conocimientos del trabajador: a medida que el trabajador se forma, ya va incorporando las
mejoras a su trabajo, por lo que puede haber una rentabilidad inmediata de la inversión en formación.
- La formación fideliza al trabajador: en un contexto en el cual hay una cierta despersonalización del trabajador, que una empresa invierta en formar a las personas que trabajan en
ella es muy tenido en cuenta. Además, dota al trabajador de más tranquilidad, ya que, piensa, una empresa no forma a alguien si no tiene un plan para él a medio y largo plazo. Por lo tanto, trabajará
con más seguridad y desempeñará mejor sus tareas.
- Da conocimiento a la propia empresa, que también puede utilizar los conocimientos del trabajador formado para otros que ya están en la empresa o que se contraten en un futuro. Las
mejoras en el sistema perviven, independientemente de la persona que se encargue de ellos.
¿Qué tipo de formación es necesaria?
Hoy en día hay un amplio abanico de formación. empresa tiene que conocer qué es lo que necesitan sus
trabajadores y, a partir de aquí, encontrar el curso más adecuado. Hay diferentes tipos de formación:
- Presencial: especialmente
recomendable para aquellos trabajadores que se vean obligados a hacer tareas mecánicas con las manos y que sea imprescindible tener delante una persona que explique in situ el procedimiento. Por
ejemplo, si se desarrolla una nueva máquina para mejorar un proceso, no tiene sentido hacer el curso a distancia. Lo recomendable es que venga un especialista y explique, paso a paso, todas las
aplicaciones que tiene.
- Semipresencial: son cursos que
combinan una parte teórica y otra práctica. Especialmente recomendable en aquellas innovaciones que son aplicaciones prácticas de una vertiente conceptual. Por otro lado, también puede ser una
formación a distancia en la cual unos días muy concretos se escoge un especialista para que resuelva en persona y de forma presencial las dudas de los trabajadores.
- On-line: no existe formación presencial de ningún tipo, puesto que todo se desarrolla mediante una plataforma virtual de formación, por lo que se hace necesario el uso d eordenador u otros
soportes como móvil, Tablet, etc. El alumno aprende de forma autónoma, visualizando contenidos facilitados en dicha plataforma de forma interactiva. Es importante que exista la figura de un tutor
experto que guie y dinamice el aprendizaje.
El alumno puede interaccionar con el tutor y con sus compañeros de curso, en caso de
haberlos.
- Mixta (blended): combina la formación on-line con sesiones puntuales que se desarrollan de forma presencial. Estas sesiones pueden ser para trabajar
conceptos concretos, para realizar sesiones prácticas, etc.
- A
distancia: en este caso, sobre todo dirigido a personas
que tengan que estudiar nuevas normativas desde un punto de vista conceptual (como temas legislativos, fiscales o contables). Cada persona, de forma autónoma, puede organizar su tiempo de la forma
que considere más adecuada. Es importante que haya ni que sea un tutor a distancia a quien poder hacer todas las preguntas que surjan. Acostumbran a ser temas complejos y muchas veces asolan las
dudas.
La ayuda de la Fundación Tripartita
Hay un recurso muy interesante para las empresas que, por desgracia, no todas utilizan. Se trata de la formación bonificada, gestionada a través de la Fundación
Tripartita. Esta Fundación es la encargada de impulsar y coordinar la
ejecución de las políticas públicas en materia de Formación Profesional en el ámbito del empleo y las relaciones laborales.
Funciona de la siguiente manera:
- Cada empresa, según las cotizaciones a la Seguridad Social que hace de sus trabajadores, dispone de un crédito anual para destinar a formación.
- Independientemente que en años anteriores se hayan gastado los créditos o no, no se acumulan por el siguiente. Es decir, es recomendable que la empresa, cada año, agote todo su
crédito disponible.
- Una vez realizado el curso, se aplica la bonificación a los tc’s del mes correspondiente y se bonifica. Por lo tanto, se trata, a la práctica, de formación
gratuita.