En la enseñanza e-learning el alumno no dispone físicamente del profesor para que le transmita directamente los conocimientos y habilidades que debe adquirir: no existe la retroactividad inmediata que hay en la enseñanza presencial, en la cual el docente puede ver si los alumnos están captando las ideas que transmite y, en función de ello, adaptar su lenguaje o apoyar con ejemplos las posibles dudas que surjan.
De hecho en la teleformación la función del docente o tutor no es transmitir los conocimientos. El tutor se encarga de orientar al alumno en el proceso de aprendizaje, aclarar las dudas, proponer actividades y motivar al grupo a participar en el aprendizaje activamente.
La metodología de la enseñanza e-learning debe disponer de unos contenidos didácticos diferentes a los de la formación presencial que solucione el déficit de contacto físico entre el docente y los alumnos.
Funciones didácticas del formador hacia los alumnos
•TRANSMITIR CONOCIMIENTOS
•MOTIVAR
•ORIENTAR
Los expertos en pedagógica suelen afirmar que el alumno retiene hasta un 30% de lo que ve, por ello un material didáctico en formato texto adecuado incrementa mucho su efectividad cuando se acompaña de elementos gráficos. Los gráficos adecuadamente diseñados permiten mostrar de forma efectiva varios conceptos simultáneamente. Por tanto en la elaboración de contenidos es fundamental el uso de elementos ilustrativos como esquemas, imágenes, animaciones, guías de autoestudio ilustradas o presentaciones de tipo PowerPoint o similares.
Por otra parte, el alumno retiene hasta un 50% de lo que “ve y oye”. De este modo se utilizan recursos multimedia audiovisuales que permiten al alumno aprender con un esfuerzo menor. Ejemplos de ello es la utilización de pequeños vídeos formativos, presentaciones PowerPoint con audio y/o vídeo, demostraciones en vídeo, simulaciones sonoras, etc.
Además, el alumno retiene hasta un 70% de lo que “dice o escribe” utilizando procesos como la discusión de los contenidos con otros alumnos o con el tutor, preparación de trabajos escritos, interacción online síncrona (chats, sesiones en aula virtual), interacción asíncrona (foros, listas de correo y mensajería), trabajos de desarrollo corregidos por el tutor, trabajos colaborativos con otros alumnos, etc.
Retención del aprendizaje del alumno:
30% DE LO QUE SE VE
50% DE LO QUE SE VE Y OYE
70% DE LO QUE SE DICE Y ESCRIBE
90% DE LO QUE SE HACE
Por último, para llegar a una retención de hasta un 90% el aprendizaje tiene que estar basado en lo que “se hace”. El e-learning pone la simulación al alcance del alumno, y cada vez más con la realidad virtual. Gracias a ello es posible simular las condiciones de aplicación del conocimiento que refuerzan en gran medida la comprensión y retención de lo aprendido. Llegando a la modalidad de “learning by doing” (aprender haciendo), con herramientas como las simulaciones, juegos on-line, gamificación y la participación activa del alumno.
En conclusión, vemos cómo es de importante que los materiales didácticos en la formación online sean gráficos, audiovisuales, participativos y en la medida de lo posible, practicables.