Está cambiando el panorama de la formación en las grandes, donde se está superando el debate de entre la formación presencial y elearning. En la actualidad se dan varias situaciones: la formación sobre materias comunes y en espacios destinados a ello, como los aulas, o la formación dentro del propio equipo de trabajo donde el aula desaparece, y se comparten dudas y soluciones.
Otro escenario es el de la formación individualizada, donde la empresa se responsabiliza de entregar al trabajador los elementos básicos para la formación relacionada
con el puesto, pero este se convierte en el principal responsable de su formación, buscando sus propios complementos formativos en el entorno digital.
Según un informe de 2016, las empresas invierten de media más de 200 euros por trabajador en esta materia. En el 60% de los casos, esa formación responde a itinerarios
que se centran en el puesto de trabajo del empleado. Antes la empresa tenía la responsabilidad total del plan de formación, pero ahora se crean canales donde los empleados se pueden
participar.
Por otro lado, lo que cambia muy lento son las temáticas: ámbito comercial, ventas, procesos operativos, idiomas y gestión empresarial.